::: Infancia

0 990

Es cierto que todo lo que vamos transitando nos marca y está en nosotros distinguir qué parte de todo eso vale la pena y qué no. Aprender, sobre todo, de quiénes fuimos, porque nadie más que nosotros sabe cuánto nos dolió ese golpe en la vereda, o descubrir una verdad que acababa con la fantasía.

Quizás se trata de preguntarnos qué hubiese sido de nuestras vidas, si no nos hubiésemos animado a tomar el envión necesario para aprender a andar en bicicleta. O si en vez de tener nuestros amigos de sala inicial, nos hubiese ganado la vergüenza de hablar con extraños por primera vez. O qué recuerdos tendríamos de esas primeras noches durmiendo en nuestra cuna nueva si no hubiesen perfumado nuestra almohada.

El presente es un aquí lleno de sonrisas, tristezas, aventuras y regalos de los niños que fuimos, somos y ojalá seamos. Un niño jamás pierde su capacidad de asombro y ése es nuestro deseo para este día, que nunca dejemos de sorprender y sorprendernos.

NO HAY COMENTARIOS

¿Qué te pareció esta nota?