Es cierto que todo lo que vamos transitando nos marca y está en nosotros distinguir qué parte de todo eso vale la pena y qué no. Aprender, sobre todo, de quiénes fuimos, porque nadie más que nosotros sabe cuánto nos dolió ese golpe en la vereda, o descubrir una verdad que acababa con la fantasía.
Las mujeres estamos continuamente en busca de un estilo que nos haga bien. La moda es linda, pero más linda es cuando nos hace sentir cómodas. No todos los jeans nos hacen creer que nos robamos las miradas de nuestro alrededor ni todos los perfumes nos hacen pensar que podemos llevarnos el mundo por delante.
Los aromas, como la música, pueden trasladarnos al lugar en el que deseamos estar. Nos impulsan a dejar volar la imaginación y nos acercan a nuestro lado más creativo.
Hace unos días, decidí hacer algunos cambios en mi living para darle un nuevo aire a ese lugar de todos los días. Comencé por la búsqueda de una lámpara para renovar la iluminación de mis sillones y pude encontrar una ideal, moderna y muy cálida. También renové y cambié las fundas de unos almohadones que ya no tenían mucho color y como toque final, elegí el difusor con olorcito a maderas de ap… (la botella estampada quedó divina cerca de la ventana, sobre la mesa blanca!)
El lugar en donde vivimos habla de nosotras, de quiénes somos y cómo estamos. El hogar se construye de sentimientos, de texturas, colores, aromas, luces e infinidad de detalles que transforman un espacio en blanco y vacío, en una identidad.
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